´La furgoneta de repente se ha metido delante y no ha dado tiempo a reaccionar´
Los estudiantes implicados recuerdan un frenazo brusco, la colisión y cómo les "sacaron del autobús a través de las escotillas del techo"
 02:02 |  |  |
J. MULA / D. PAMIES / M. J. MORA
Conmocionados y asustados se mostraban ayer algunos de los estudiantes que viajaban en el autobús siniestrado y que, en su mayoría, sólo se percataron del frenazo del conductor y del volantazo que dio para esquivar una furgoneta que se les vino encima. A escasos metros del lugar del accidente, junto a una gasolinera, una decena de ellos esperó durante varias horas a que otro autobús de la empresa Costa Azul les recogiese para llevarles definitivamente a sus casas después de prestar declaración ante la Guardia Civil. Todos y cada uno de ellos reconocían que habían tenido mucha suerte.
"Ha sido tan rápido que casi ni me he enterado. De repente, el conductor ha dado un volantazo y ya estábamos volcados", manifestaba ayer en el Hospital General de Elche Carla Vidal, una de las accidentadas. Con un collarín y el brazo en cabestrillo, esta estudiante señalaba que iba en la parte media del autocar y que lo que notaron fue un descenso brusco de la velocidad y una colisión antes de que el vehículo se inclinara. "Ha habido un frenazo y después un impacto", manifestaba esta joven de Guardamar, tras salir del centro hospitalario poco después de las 18 horas. La accidentada señalaba que ella estaba bien en comparación con otros dos alumnos. "Una ha resultado dañada en la mano porque al volcar ha entrado una rama por la ventana y parece ser que le ha atrapado un brazo. Lo demás han sido cortes, magulladuras y, sobre todo, ataques de ansiedad", apuntaba.
También recordaba que vio a otro ocupante del autobús con la cara ensangrentada por la rotura de los cristales. Carla indicó que tras el siniestro la gente se puso muy nerviosa y en la parte de atrás, varios compañeros intentaban romper los cristales para poder salir. Esta alumna de Derecho en la Universidad de Alicante subrayó que al momento del accidente aparecieron "ambulancias, bomberos y cámaras. Todo ha sido muy rápido y nos han tratado muy bien", comentaba visiblemente afectada.
Por su parte, Iris Martín y Roberto Vicente, dos estudiantes universitarios de Torrevieja relataron ayer cómo vivieron los momentos del accidente, justo después de llegar a la estación de autobuses de Torrevieja casi tres horas después de que se produjera el siniestro. "La furgoneta se ha incorporado y se nos ha puesto en perpendicular. Hemos chocado y el autobús ha volcado....", relataba Iris, estudiante de Química. "El conductor ha empezado a darle patadas a los cristales para que pudiéramos salir. Menos mal que ha habido muchos coches que se han parado. Desde fuera nos han abierto las escotillas que hay en el techo y nos han sacado por arriba", agregó esta joven. "Nosotros íbamos en nuestro carril como mucho a sesenta y se ha metido de repente y no ha dado tiempo ni a reaccionar. Ha hecho una maniobra rara. La conductora ha muerto en el instante. La furgoneta ha quedado como un acordeón y casi partida", explicaba ayer esta estudiante.
Una versión similar daba Roberto Vicente, estudiante de Filología Hispánica: "El conductor ha dado un volantazo para esquivar la furgoneta y le ha dado en un lateral, si no, no sé... ni ellos ni nosotros"
Conmocionados y asustados se mostraban ayer algunos de los estudiantes que viajaban en el autobús siniestrado y que, en su mayoría, sólo se percataron del frenazo del conductor y del volantazo que dio para esquivar una furgoneta que se les vino encima. A escasos metros del lugar del accidente, junto a una gasolinera, una decena de ellos esperó durante varias horas a que otro autobús de la empresa Costa Azul les recogiese para llevarles definitivamente a sus casas después de prestar declaración ante la Guardia Civil. Todos y cada uno de ellos reconocían que habían tenido mucha suerte.
"Ha sido tan rápido que casi ni me he enterado. De repente, el conductor ha dado un volantazo y ya estábamos volcados", manifestaba ayer en el Hospital General de Elche Carla Vidal, una de las accidentadas. Con un collarín y el brazo en cabestrillo, esta estudiante señalaba que iba en la parte media del autocar y que lo que notaron fue un descenso brusco de la velocidad y una colisión antes de que el vehículo se inclinara. "Ha habido un frenazo y después un impacto", manifestaba esta joven de Guardamar, tras salir del centro hospitalario poco después de las 18 horas. La accidentada señalaba que ella estaba bien en comparación con otros dos alumnos. "Una ha resultado dañada en la mano porque al volcar ha entrado una rama por la ventana y parece ser que le ha atrapado un brazo. Lo demás han sido cortes, magulladuras y, sobre todo, ataques de ansiedad", apuntaba.
También recordaba que vio a otro ocupante del autobús con la cara ensangrentada por la rotura de los cristales. Carla indicó que tras el siniestro la gente se puso muy nerviosa y en la parte de atrás, varios compañeros intentaban romper los cristales para poder salir. Esta alumna de Derecho en la Universidad de Alicante subrayó que al momento del accidente aparecieron "ambulancias, bomberos y cámaras. Todo ha sido muy rápido y nos han tratado muy bien", comentaba visiblemente afectada.
Por su parte, Iris Martín y Roberto Vicente, dos estudiantes universitarios de Torrevieja relataron ayer cómo vivieron los momentos del accidente, justo después de llegar a la estación de autobuses de Torrevieja casi tres horas después de que se produjera el siniestro. "La furgoneta se ha incorporado y se nos ha puesto en perpendicular. Hemos chocado y el autobús ha volcado....", relataba Iris, estudiante de Química. "El conductor ha empezado a darle patadas a los cristales para que pudiéramos salir. Menos mal que ha habido muchos coches que se han parado. Desde fuera nos han abierto las escotillas que hay en el techo y nos han sacado por arriba", agregó esta joven. "Nosotros íbamos en nuestro carril como mucho a sesenta y se ha metido de repente y no ha dado tiempo ni a reaccionar. Ha hecho una maniobra rara. La conductora ha muerto en el instante. La furgoneta ha quedado como un acordeón y casi partida", explicaba ayer esta estudiante.
Una versión similar daba Roberto Vicente, estudiante de Filología Hispánica: "El conductor ha dado un volantazo para esquivar la furgoneta y le ha dado en un lateral, si no, no sé... ni ellos ni nosotros"
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