Día de mona de lo más veraniego
Las playas de Elche y Santa Pola, las pinadas y el Pantano se llenaron ayer de gente para celebrar el tradicional lunes de Pascua
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Jornada de fiesta. La llegada del calor y las ganas de disfrutar de un día en familia o con los amigos fue ayer la combinación perfecta para pasar el lunes de Pascua al aire libre. Las playas se convirtieron en el escenario más recurrido por los ilicitanos deseosos de la llegada del verano y el Pantano también se llenó de gente. En cualquiera de los casos, la mona fue la protagonista de la jornada de fiesta.
ANA FAJARDO
El buen tiempo animó ayer a todos los ilicitanos a salir de casa para disfrutar de un día radiante y comer la mona al aire libre.
Las playas de Elche y de Santa Pola fueron los escenarios protagonistas que dejaron estampas más propias del verano que de la primavera. Así se notó también en el Pantano y el Clot de Galvany repletos de familias y de comidas caseras.
La tradición pisó con fuerza en la jornada festera de ayer. Mayores y pequeños huyeron de la ciudad en busca de los rayos del sol y las carreteras, sobre todo la de Santa Pola, y los accesos al litoral, recibieron el trasiego constante de vehículos, lo que se tradujo en un tráfico denso principalmente en las horas centrales del día.
El Carabassí, Arenales, La Marina, Playa Lisa fueron los los lugares donde más gente se pudo ver ayer paseando por la orilla, tomando el sol, comiendo, haciendo windsurf y, también, dandóse los primeros baños del año.
Los más jóvenes fueron los que prefirieron la costa para pasar el día entre amigos y en las pinadas y en el pantano se pudieron apreciar largas mesas, chuletadas y los típicos juegos de cartas.
Así, la mona de Pascua fue una de las principales acompañantes para celebrar el final de la Semana Santa, acompañada con chocolate, junto a la tradición de esclafar el huevo en la cabeza de algún amigo. Pese a la afluencia de gente, el día acabó sin registrar ningún incidente, según fuentes policiales y de los servicios de vigilancia de las playas.
Foncalent y Villena
La Cofradía del Cristo del Perdón tampoco faltó a la cita de ayer y visitó las prisiones de Villena y Foncalent para llevar las monas a los internos de los dos centros. La confiteria ilicitana Castell fue la encargada de elaborar los dulces.
El buen tiempo animó ayer a todos los ilicitanos a salir de casa para disfrutar de un día radiante y comer la mona al aire libre.
Las playas de Elche y de Santa Pola fueron los escenarios protagonistas que dejaron estampas más propias del verano que de la primavera. Así se notó también en el Pantano y el Clot de Galvany repletos de familias y de comidas caseras.
La tradición pisó con fuerza en la jornada festera de ayer. Mayores y pequeños huyeron de la ciudad en busca de los rayos del sol y las carreteras, sobre todo la de Santa Pola, y los accesos al litoral, recibieron el trasiego constante de vehículos, lo que se tradujo en un tráfico denso principalmente en las horas centrales del día.
El Carabassí, Arenales, La Marina, Playa Lisa fueron los los lugares donde más gente se pudo ver ayer paseando por la orilla, tomando el sol, comiendo, haciendo windsurf y, también, dandóse los primeros baños del año.
Los más jóvenes fueron los que prefirieron la costa para pasar el día entre amigos y en las pinadas y en el pantano se pudieron apreciar largas mesas, chuletadas y los típicos juegos de cartas.
Así, la mona de Pascua fue una de las principales acompañantes para celebrar el final de la Semana Santa, acompañada con chocolate, junto a la tradición de esclafar el huevo en la cabeza de algún amigo. Pese a la afluencia de gente, el día acabó sin registrar ningún incidente, según fuentes policiales y de los servicios de vigilancia de las playas.
Foncalent y Villena
La Cofradía del Cristo del Perdón tampoco faltó a la cita de ayer y visitó las prisiones de Villena y Foncalent para llevar las monas a los internos de los dos centros. La confiteria ilicitana Castell fue la encargada de elaborar los dulces.
