Cansados. Así se sienten los vecinos de La Marina. Cansados de que no se tomen en cuenta sus propuestas, cansados de que los demás decidan por ellos, cansados de que los proyectos sean sólo proyectos. Por eso, desde la Asociación de Vecinos Pinomar de La Marina, han elaborado un documento que recoge las 20 propuestas que los residentes consideran prioritarias, tras haber hecho una encuesta a principios de año entre parte de la población. El documento se ha entregado ya a los principales partidos políticos de Elche. Las cartas ya están sobre la mesa. ¿Habrá alguien que guarde un as en la manga?
 01:58
VOTE ESTA NOTICIA
   |
Los vecinos consideran que la pedanía necesita como mínimo tres rotondas para regular el tráfico en la zona. diego fotógrafos
MULTIMEDIA
M. POMARES Los vecinos lo tienen claro: «Elche sigue viviendo de espaldas al mar y, sobre todo, de espaldas a La Marina», como denuncian los responsables de la Asociación Pinomar. Por ello, aprovechando que la cuenta atrás para las elecciones municipales ya ha comenzado, han elaborado un documento en el que plasman algunas de sus reivindicaciones históricas concretadas en 20 propuestas. Y es que, como denuncian en el escrito que ya han enviado a los partidos políticos, el colectivo vecinal «no quiere que este pueblo se convierta en un lugar de disfrute para los de fuera y de sufrimiento para los marinenses». Es más, sentencian que «La Marina debe ser tratada como un pueblo con identidad propia y que tiene sus propios problemas».
Entre las reivindicaciones, destaca sobre todo la petición de que cualquier propuesta o actuación sea consensuada con las asociaciones y colectivos de la pedanía ilicitana antes de su puesta en marcha. «Todas las administraciones e incluso otros colectivos, como los ecologistas, opinan y hablan, pero los marinenses vemos que pasa el tiempo y todo sigue igual. Queremos que nos tengan en cuenta, que las diferentes administraciones nos pregunten, nos consulten y que sirva para algo», afirman desde la asociación.
A partir de ahí, hablan de la necesidad de aumentar el número de autobuses, sobre todo en temporada estival. Como explican el secretario de la asociación, Juan Oliver, y el vocal Antonio Soler, «sólo tenemos tres autobuses con Elche al día, y los domingos, por ejemplo, ninguno, a pesar de que para cualquier trámite tenemos que desplazarnos. Ni siquiera los jóvenes que estudian allí tienen transporte público».
También aluden a la necesidad de habilitar tres rotondas como mínimo para regular el tráfico; de la importancia de impulsar el desarrollo urbanístico, aunque, eso sí, «de una forma natural y sostenible a partir del casco urbano y no de urbanizaciones alejadas del pueblo»; de un plan de actuación integral para la pinada y la costa que compatibilice los aspectos turísticos con los medioambientales; o de un plan para la sierra de El Molar, con sendas y pistas para peatones y bicicletas.
Aceras en algunas zonas en las que todavía no existen; la mejora y la señalización de los caminos rurales sobre todo para facilitar la labor a los servicios de emergencia; la puesta en marcha de un polígono industrial; el impulso de vivienda protegida; o actuaciones para fomentar el desarrollo turístico completan una lista en la que, por supuesto, no se olvidan de la implantación de un servicio de correos; más inversiones en actividades culturales; la consolidación del retén de la Policía Local; la mejora de las dotaciones del centro social, o las mejoras en las instalaciones deportivas.
Finalmente, hacen referencia a que es necesario poner en marcha actuaciones para erradicar la procesionaria en las pinadas del litoral y la sierra, remodelar el consultorio médico para acabar con las humedades y las filtraciones, crear una escuela infantil o la instalación de alcantarillado en la zona comprendida entre el cruce del camino de Los Ruices y la entrada sur de La Marina.
«Todos opinan y nosotros pagamos los impuestos y poco más», denuncian el secretario y el vocal de la asociación vecinal indignados, y también añaden que «tenemos unos recursos naturales, con una buena playa y una buena sierra, que se podrían explotar, pero todos quieren proteger y nosotros seguimos estancados». Asimismo, como precisan los representantes vecinales de la Asociación Pinomar, «esta situación está haciendo que muchos piensen que a Elche no le interesa que La Marina se haga grande por temor a que se independice, e incluso el 90% de la gente que ha participado en la encuesta que realizamos a principios de año para hacer este documento piensa que el Ayuntamiento no invierte lo suficiente aquí». Por eso, apuntan que, «por primera vez, hemos sido nosotros los que hemos querido hacer oír nuestra voz para que nos tengan en cuenta y que cumplan con unas propuestas que están recogidas en programas electorales anteriores, y que, al final, se han quedado en nada».
Entre las reivindicaciones, destaca sobre todo la petición de que cualquier propuesta o actuación sea consensuada con las asociaciones y colectivos de la pedanía ilicitana antes de su puesta en marcha. «Todas las administraciones e incluso otros colectivos, como los ecologistas, opinan y hablan, pero los marinenses vemos que pasa el tiempo y todo sigue igual. Queremos que nos tengan en cuenta, que las diferentes administraciones nos pregunten, nos consulten y que sirva para algo», afirman desde la asociación.
A partir de ahí, hablan de la necesidad de aumentar el número de autobuses, sobre todo en temporada estival. Como explican el secretario de la asociación, Juan Oliver, y el vocal Antonio Soler, «sólo tenemos tres autobuses con Elche al día, y los domingos, por ejemplo, ninguno, a pesar de que para cualquier trámite tenemos que desplazarnos. Ni siquiera los jóvenes que estudian allí tienen transporte público».
También aluden a la necesidad de habilitar tres rotondas como mínimo para regular el tráfico; de la importancia de impulsar el desarrollo urbanístico, aunque, eso sí, «de una forma natural y sostenible a partir del casco urbano y no de urbanizaciones alejadas del pueblo»; de un plan de actuación integral para la pinada y la costa que compatibilice los aspectos turísticos con los medioambientales; o de un plan para la sierra de El Molar, con sendas y pistas para peatones y bicicletas.
Aceras en algunas zonas en las que todavía no existen; la mejora y la señalización de los caminos rurales sobre todo para facilitar la labor a los servicios de emergencia; la puesta en marcha de un polígono industrial; el impulso de vivienda protegida; o actuaciones para fomentar el desarrollo turístico completan una lista en la que, por supuesto, no se olvidan de la implantación de un servicio de correos; más inversiones en actividades culturales; la consolidación del retén de la Policía Local; la mejora de las dotaciones del centro social, o las mejoras en las instalaciones deportivas.
Finalmente, hacen referencia a que es necesario poner en marcha actuaciones para erradicar la procesionaria en las pinadas del litoral y la sierra, remodelar el consultorio médico para acabar con las humedades y las filtraciones, crear una escuela infantil o la instalación de alcantarillado en la zona comprendida entre el cruce del camino de Los Ruices y la entrada sur de La Marina.
«Todos opinan y nosotros pagamos los impuestos y poco más», denuncian el secretario y el vocal de la asociación vecinal indignados, y también añaden que «tenemos unos recursos naturales, con una buena playa y una buena sierra, que se podrían explotar, pero todos quieren proteger y nosotros seguimos estancados». Asimismo, como precisan los representantes vecinales de la Asociación Pinomar, «esta situación está haciendo que muchos piensen que a Elche no le interesa que La Marina se haga grande por temor a que se independice, e incluso el 90% de la gente que ha participado en la encuesta que realizamos a principios de año para hacer este documento piensa que el Ayuntamiento no invierte lo suficiente aquí». Por eso, apuntan que, «por primera vez, hemos sido nosotros los que hemos querido hacer oír nuestra voz para que nos tengan en cuenta y que cumplan con unas propuestas que están recogidas en programas electorales anteriores, y que, al final, se han quedado en nada».
