El mar engulle la arena de las playas
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Efectos del viento en el litoral ilicitano. Los efectos del viento de los últimos días no han pasado inadvertidos para el litoral ilicitano. Así, a poco menos de unas semanas de que arranque de forma oficial la temporada de playas, el mar ha vuelto a ganar su particular cruzada contra la arena. La Marina y El Pinet eran ayer algunas de las zonas más afectadas. El agua había engullido metros y metros de playa.
M. POMARES
Un paseo por las playas permitía comprobar ayer los efectos del viento de levante en el litoral ilicitano. Algunos de los tramos de La Marina presentaban ligeros escalones, y otros no tan ligeros, el mar amenazaba con invadir las dunas y se habían llegado a perder hasta cinco metros de playa aproximadamente en algunos sectores, aunque, como confesaban algunos bañistas, la situación era mucho peor el domingo, cuando apenas se distinguía la playa, limitada por "acantilados" de arena, algunos de cierto tamaño, "esculpidos" por el mar. Unos metros más allá, en la del El Pinet, el fenómeno se agudizaba y el agua prácticamente llegaba a los pies de los edificios levantados en primera línea de playa.
Inversamente proporcional a la pérdida de arena, en algunos tramos, sobre todo ya donde acaba el término municipal ilicitano y comienza Santa Pola, se apreciaban algunas botellas de plástico y otros envases que el mar había escupido.
A pesar de todo, y también de que era lunes, fueron muchos los que ayer se acercaron hasta las playas. Al menos en esta ocasión, el litoral ilicitano había escapado de la invasión de algas que suele acompañar siempre a los temporales y las únicas huellas visibles eran la pérdida de arena y un ligero oleaje. No obstante, la gente se concentró en las zonas donde menos se percibían las secuelas y, particularmente, en el entorno de las torres de vigilancia en las que en temporada estival se sitúan los equipos de socorristas que velan por la seguridad en las playas. Efectos del viento al margen, lo que sí denunciaron algunos usuarios fue que los lavapiés de La Marina no funcionaban desde hacía varios días, una circunstancia que obligó ayer a muchos a recurrir a botellas de agua potable para poder retirarse la arena de los pies cuando abandonaban la playa. Por otro lado, los aparcamientos habilitados en la zona de La Marina presentaban numerosos baches.
Un paseo por las playas permitía comprobar ayer los efectos del viento de levante en el litoral ilicitano. Algunos de los tramos de La Marina presentaban ligeros escalones, y otros no tan ligeros, el mar amenazaba con invadir las dunas y se habían llegado a perder hasta cinco metros de playa aproximadamente en algunos sectores, aunque, como confesaban algunos bañistas, la situación era mucho peor el domingo, cuando apenas se distinguía la playa, limitada por "acantilados" de arena, algunos de cierto tamaño, "esculpidos" por el mar. Unos metros más allá, en la del El Pinet, el fenómeno se agudizaba y el agua prácticamente llegaba a los pies de los edificios levantados en primera línea de playa.
Inversamente proporcional a la pérdida de arena, en algunos tramos, sobre todo ya donde acaba el término municipal ilicitano y comienza Santa Pola, se apreciaban algunas botellas de plástico y otros envases que el mar había escupido.
A pesar de todo, y también de que era lunes, fueron muchos los que ayer se acercaron hasta las playas. Al menos en esta ocasión, el litoral ilicitano había escapado de la invasión de algas que suele acompañar siempre a los temporales y las únicas huellas visibles eran la pérdida de arena y un ligero oleaje. No obstante, la gente se concentró en las zonas donde menos se percibían las secuelas y, particularmente, en el entorno de las torres de vigilancia en las que en temporada estival se sitúan los equipos de socorristas que velan por la seguridad en las playas. Efectos del viento al margen, lo que sí denunciaron algunos usuarios fue que los lavapiés de La Marina no funcionaban desde hacía varios días, una circunstancia que obligó ayer a muchos a recurrir a botellas de agua potable para poder retirarse la arena de los pies cuando abandonaban la playa. Por otro lado, los aparcamientos habilitados en la zona de La Marina presentaban numerosos baches.
