Marcha del Molar. Más de 300 personas participaron ayer en la primera Marcha del Molar con el objetivo de recordar los orígenes de la pedanía de La Marina, que se sitúan en el poblado de San Francisco de Asís y su ermita en El Molar.
MAR ALBEROLA
No perder la memoria de un pueblo. De eso se trataba ayer con la primera Marcha del Molar que se desarrolló entre la pedanía ilicitana de La Marina y la ermita de El Molar, organizada por la Asociación de Vecinos Pinomar y la Peña Molarenca.
Más de 300 personas, según los organizadores, participaron en esta marcha a pie que recorrió los seis kilómetros y medio que separa la pedanía de la ermita. Una vez en la iglesia, deteriorada por el paso del tiempo, se llevó a cabo un acto simbólico en el que se recordó la historia del pueblo de San Francisco de Asís desde 1784. Cómo se fundó el poblado en la ermita de El Molar tal día como hoy 4 de abril pero hace más de 200 años, y cómo hace 125 años se trasladaron los santos, San Francisco de Asís y San Antonio, a la iglesia de La Marina, ya que el pueblo quedó devastado, sin habitantes, a causa de la malaria.
En la marcha participaron vecinos de todas las edades de La Marina y de otras pedanías, como La Hoya y Las Bayas, así como de la ciudad. Una jornada de convivencia que, además, sirvió para recordar el pasado de la partida rural.
El objetivo era refrescar la memoria de los adultos para que esta historia no caiga en el olvido y que los más jóvenes sepan sus orígenes. "Así recordamos de dónde procedemos la gente de La Marina", señaló María Dolores Ramírez, miembro de la Peña Molarenca. Además, se recordaron los apellidos que según los organizadores son de la pedanía como "Amorós", "Soler", "Tarí" y "Boix", entre otros. También estuvo presente el sentimiento de muchos vecinos de La Marina que les gustaría ver restaurada la ermita para que el último vestigio en pie del poblado de San Francisco de Asís no se pierda.
Tras el acto simbólico, los participantes regresaron andando al centro social de La Marina donde les esperaba una suculenta comida con carne a la brasa y a la que asistieron más de 500 personas.
Los organizadores ya piensan en repetir la actividad el próximo año aunque posiblemente variando las fechas ya que la coincidencia de una prueba de arraigo en la ciudad como la Medio Maratón celebrada ayer quizá restó participación a esta iniciativa.
No perder la memoria de un pueblo. De eso se trataba ayer con la primera Marcha del Molar que se desarrolló entre la pedanía ilicitana de La Marina y la ermita de El Molar, organizada por la Asociación de Vecinos Pinomar y la Peña Molarenca.
Más de 300 personas, según los organizadores, participaron en esta marcha a pie que recorrió los seis kilómetros y medio que separa la pedanía de la ermita. Una vez en la iglesia, deteriorada por el paso del tiempo, se llevó a cabo un acto simbólico en el que se recordó la historia del pueblo de San Francisco de Asís desde 1784. Cómo se fundó el poblado en la ermita de El Molar tal día como hoy 4 de abril pero hace más de 200 años, y cómo hace 125 años se trasladaron los santos, San Francisco de Asís y San Antonio, a la iglesia de La Marina, ya que el pueblo quedó devastado, sin habitantes, a causa de la malaria.
En la marcha participaron vecinos de todas las edades de La Marina y de otras pedanías, como La Hoya y Las Bayas, así como de la ciudad. Una jornada de convivencia que, además, sirvió para recordar el pasado de la partida rural.
El objetivo era refrescar la memoria de los adultos para que esta historia no caiga en el olvido y que los más jóvenes sepan sus orígenes. "Así recordamos de dónde procedemos la gente de La Marina", señaló María Dolores Ramírez, miembro de la Peña Molarenca. Además, se recordaron los apellidos que según los organizadores son de la pedanía como "Amorós", "Soler", "Tarí" y "Boix", entre otros. También estuvo presente el sentimiento de muchos vecinos de La Marina que les gustaría ver restaurada la ermita para que el último vestigio en pie del poblado de San Francisco de Asís no se pierda.
Tras el acto simbólico, los participantes regresaron andando al centro social de La Marina donde les esperaba una suculenta comida con carne a la brasa y a la que asistieron más de 500 personas.
Los organizadores ya piensan en repetir la actividad el próximo año aunque posiblemente variando las fechas ya que la coincidencia de una prueba de arraigo en la ciudad como la Medio Maratón celebrada ayer quizá restó participación a esta iniciativa.
